Con el diario del lunes en la mano, todos son estrategas, todos fueron visionarios y todos, de alguna manera, presienten que el triunfo era inevitable. Es una ley no escrita de la política argentina: después de la tormenta electoral, emergen quienes buscan reescribir su historia reciente para alinearse con el sol vencedor. Y Calamuchita, una vez más, no es la excepción a la regla.

En los últimos días, la mirada comienza a posarse sobre figuras que, tras el terremoto político, aseguran haber estado en el epicentro del cambio. Es el caso del legislador departamental Mauricio Jaime, quien según sus propias versiones, estaba apoyando a La Libertad Avanza en la región. Sin embargo, las fuentes que hemos consultado en el propio espacio libertario pintan un cuadro muy diferente, alejado de esta narrativa convenientemente construida a destiempo.

La realidad, que suele ser más tozuda que cualquier relato, indica que existieron diferencias insalvables entre el legislador y los referentes libertarios. De hecho, un acto que se preparaba para festejar en los comicios fue suspendido precisamente por estas desavenencias. Este no es un dato menor; es la prueba de una fractura, no de una alianza.

En nuestra búsqueda por encontrar algún registro, alguna foto o un testimonio sólido que avale este apoyo pre-electoral del que ahora se habla, nos hemos encontrado con un silencio elocuente. No hay imágenes en actos clave, no hay declaraciones conjuntas en los días previos. El vacío de evidencias es, en sí mismo, una evidencia.

He aquí el riesgo de contar con una propia prensa que construye relatos a medida: por ahí hace mal. Porque cuando la ficción choca con los hechos verificables, la credibilidad se resquebraja. La comunidad no es ingenua; tiene memoria y percibe con claridad la diferencia entre un compañero de ruta y un oportunista del resultado.. El "diario del lunes" puede intentar reescribir el partido, pero el pueblo fue testigo de cómo se jugó. Y ese, al final, es el único tribunal que realmente importa.